El impuesto propuesto del 2% sobre los ingresos del juego podría detener la publicidad en Australia
Fecha: 2024-08-19 Autor: Robert Beloved Categorías: EVENTOS
A principios de este mes, el gobierno australiano siguió adelante con sus planes de introducir restricciones a la publicidad de juegos de azar durante las transmisiones televisivas regulares, a pesar de la presión para una prohibición total. Sin embargo, las discusiones sobre este tema continúan y ha aparecido una nueva opción en el horizonte: una propuesta para introducir un impuesto del 2% sobre los ingresos del juego, que ayudaría a compensar las pérdidas de las empresas de medios por la interrupción de las campañas publicitarias de las casas de apuestas.
"Es una situación rara en la que todos ganan"
A finales de junio se debatió el problema de la adicción al juego en el país a la luz del estudio de Roy Morgan publicado por la Alianza para la Reforma del Juego. El estudio encontró que aproximadamente una quinta parte de los usuarios de operadores de juegos de azar son jugadores problemáticos y son responsables de aproximadamente un tercio de todas las apuestas deportivas.
Debido a que la publicidad de los juegos de azar tiene un impacto negativo en la sociedad, especialmente en los grupos vulnerables como los niños, la introducción de un nuevo impuesto podría ser una "situación poco común en la que todos ganan", según Stephen Long, investigador principal del Instituto de Australia.
El Instituto Australia, un grupo de expertos con sede en Canberra que realiza investigaciones para mejorar la vida del país, ha propuesto utilizar el impuesto como compensación por las pérdidas causadas por una prohibición total de la publicidad.
El instituto explicó que un "pequeño impuesto sobre los miles de millones de dólares que las empresas reciben de los australianos" podría compensar pérdidas potenciales de 240 millones de dólares para las empresas de medios, preservando al mismo tiempo los fondos para aumentar la financiación de la televisión estatal ABC.
La idea ha encontrado apoyo entre el Partido Verde, que también aboga por una prohibición total de la publicidad de juegos de azar, en contraposición a las restricciones propuestas por el gobierno en la televisión regular.
Según el instituto, un impuesto del 1,4% sería suficiente para compensar los 240 millones de dólares gastados en publicidad en canales de televisión en abierto, Internet y emisoras de radio de la capital.
Un análisis de los ingresos del juego australiano, que ascendieron a 17.200 millones de dólares en el año financiero 2022-23, encontró que un impuesto del 2%, que Long llamó "una pequeña fracción del dinero perdido en las apuestas", podría compensar cualquier pérdida de las empresas de medios.
Hizo hincapié en que la introducción de un impuesto de este tipo podría "reducir el daño causado por la publicidad y al mismo tiempo garantizar ingresos para los medios públicos".
El director ejecutivo del instituto, Richard Dennis, dijo que si bien no esperan "una reducción en los volúmenes de juego" como resultado de la prohibición, "obviamente sería una buena noticia" si el número de jugadores disminuyera.
"Las corporaciones deben pagar por las vidas destruidas"
Dennis también señaló que los australianos son los que pierden más dinero del mundo en los juegos de azar, alrededor de 25 mil millones de dólares al año, y calificó esta "estadística alarmante" como evidencia de que se necesitan medidas políticas drásticas.
La portavoz del Partido Verde, Sarah Hanson-Young, dijo que "las empresas de juego deberían pagar por las vidas que arruinan".
Añadió que las investigaciones muestran que "es posible prohibir la publicidad de juegos de azar y al mismo tiempo financiar un periodismo que trabaje en interés público".
El Partido Laborista busca prohibir la publicidad de juegos de azar en Internet, así como durante las retransmisiones deportivas en directo y en programas infantiles, limitándola a dos bloques de anuncios por hora durante las retransmisiones televisivas habituales.
Esta iniciativa está ahora a la espera de la aprobación del gabinete o del consejo del partido.
