El fundador de un prometedor criptocasino que buscaba ofrecer a los usuarios probabilidades iguales a las del casino admitió que perdió una cantidad significativa de fondos de los inversores. Hablamos de la plataforma Zero Edge y su fundador, Richard Kim.
Antes de fundar Zero Edge, Kim ocupó puestos de alta dirección en Galaxy Interactive, una de las principales empresas de juegos dirigida por Michael Novogratz. Además, Kim trabajó anteriormente en Goldman Sachs y JP Morgan, así como en el reconocido despacho de abogados Cleary Gottlieb.
Recientemente, Kim se vio obligada a dimitir a petición de la junta directiva de Zero Edge. Su dimisión entró en vigor el 2 de julio. Un correo electrónico interno publicado por CoinDesk arrojó luz sobre los motivos de su salida.
El mes pasado, el 20 de junio, Zero Edge cerró su ronda de financiación inicial. Sin embargo, al día siguiente de su finalización, Kim comenzó a abrir posiciones de préstamo en criptomonedas. Al cabo de unos días, esto provocó importantes pérdidas para la empresa, como lo demuestra la carta anterior.
A finales de junio, Kim informó a la junta directiva sobre las pérdidas sufridas. Según la carta, las pérdidas ascendieron a unos 3,67 millones de dólares y se informa que Kim fue el único responsable de estas pérdidas.
Un error por descuido provocó la pérdida de millones
Se revelaron detalles adicionales sobre el incidente en una publicación en Substack. Kim explicó que su caída comenzó con un "error por descuido" en un sitio de phishing que le costó 80.000 dólares. Admitió que el error despertó sus “viejos demonios”, lo que provocó más pérdidas.
Kim dijo que después de completar la ronda de financiación, “algo se rompió” para él. Escribió: "Sentí que tenía que corregir mis errores. En cuestión de días, se invirtieron millones en posiciones crediticias, y cuando Bitcoin cayó de 64.000 dólares a 58.000 dólares, la tesorería de la empresa sufrió pérdidas significativas".
Al comprender la gravedad de la situación, Kim confesó lo sucedido a su socio y a los inversores de la empresa. Después de esto, renunció inmediatamente, señalando que estaba paralizado por el miedo y el deseo de preservar su reputación, lo que fue el motivo de su tardío reconocimiento.
Arrepentido de sus acciones, Kim se denunció ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. A pesar de admitir acciones "extremadamente negligentes", Kim enfatizó que no tenía intención de fugarse con el dinero de los inversores.