En Australia, se ha discutido durante mucho tiempo el problema de las enormes pérdidas económicas de la población a causa de las máquinas tragamonedas. Muchos coinciden en que es necesario un cambio, pero las soluciones específicas aún no han encontrado un apoyo generalizado. Si bien ya se han introducido muchas iniciativas de juego responsable, algunas de ellas son recibidas con escepticismo.
El lanzamiento de prueba de los juegos sin dinero en efectivo no tuvo éxito
Se reconocieron como logros importantes los programas nacionales de autoexclusión del juego y la prohibición del uso de tarjetas de crédito en esos juegos. Sin embargo, otras medidas, como la prohibición parcial de la publicidad de juegos de azar en televisión y un experimento con un sistema de apuestas sin efectivo, han causado decepción.
Datos recientes de Nueva Gales del Sur han demostrado que el experimento del juego sin dinero en efectivo no ha atraído mucha atención. Sólo 200 personas se registraron para participar y sólo 32 de ellas utilizaron activamente el nuevo sistema. Las bajas cifras han provocado críticas al gobierno del primer ministro Anthony Albanese, acusado de organizar e implementar el proyecto de manera ineficaz.
El partido gobernante había tratado de reemplazar los planes del gobierno anterior de hacer obligatorias las máquinas tragamonedas sin efectivo para 2028. Sin embargo, los problemas asociados al experimento están más relacionados con el aspecto técnico que con la falta de interés de la población. Los usuarios señalan que las tecnologías de pago sin efectivo resultaron inconvenientes e "inadecuadas" para su uso.
La oposición aprovechó los resultados del experimento, acusando al gobierno del completo fracaso de la iniciativa. Muchos consideraron el experimento un insulto a las familias que sufren los efectos de la adicción al juego.
El gobierno está en problemas
El experimento sin efectivo no es el único problema que enfrenta el gobierno. Las discusiones para crear un regulador nacional del juego que podría supervisar a los operadores de todo el país se han estancado y no está claro si la idea podrá implementarse.
Al mismo tiempo, el gobierno es doblemente criticado por su reticencia a introducir una prohibición total de la publicidad de juegos de azar en televisión. La Asociación Médica Australiana ha expresado la opinión de que incluso una prohibición parcial sería ineficaz.
Hubo informes recientes en los medios de comunicación de que el gobierno había cedido a la presión y había aceptado una prohibición de la publicidad, pero el Primer Ministro Albanese negó los rumores y dijo que su gobierno no tenía planes de tomar tales medidas.
Pese a todo ello, las grandes empresas siguen reforzando su presencia en el mercado australiano. BlueBet y PointsBet, por ejemplo, han reducido sus operaciones en Estados Unidos para centrarse en el mercado australiano, lo que indica la importancia de la industria en el país.