Durante una entrevista con el South China Morning Post, un futbolista profesional chino dijo que el amaño de partidos se ha generalizado en el país, especialmente en los últimos años.
La pandemia ha empeorado la situación
Según el jugador, que prefirió permanecer en el anonimato, la pandemia ha creado condiciones favorables para la corrupción. Los estadios vacíos se convirtieron en un entorno conveniente para que los entrenadores y directivos negociaran la venta de partidos sin mucha dificultad. Los jugadores también participaron activamente en las travesuras, apostando a que sus equipos perdieran, sabiendo que el partido ya estaba "vendido".
La fuente señaló que esto ocurre especialmente a menudo en la segunda división del fútbol chino. Las razones, en su opinión, eran diferentes: algunos intentaban ganar dinero, otros intentaban mantener un lugar en la liga o ascender.
El jugador también añadió que a lo largo de los años de su carrera ha aprendido a predecir cuándo el equipo va a “ceder” el partido. Recordó que en la preparación de los partidos que el equipo realmente pretendía ganar, el proceso de entrenamiento era completo e incluía sesiones tácticas, análisis detallados y preparación para las jugadas a balón parado. Sin embargo, si el equipo aceptaba perder de antemano, el entrenamiento se relajaba: en el campo se jugaba 15 contra 15 en lugar del habitual 11 contra 11, y los propios entrenadores participaban en el entrenamiento, como si volvieran a sus días escolares.
"Muchos jugadores vieron lo que yo vi y simplemente apostaron a que perdíamos", añadió.
Decenas de futbolistas fueron descalificados
La revelación del jugador se produce apenas dos semanas después de un escándalo masivo que vio a 43 jugadores y funcionarios excluidos de por vida del fútbol. La Asociación China de Fútbol impuso estas sanciones después de que se descubrió que habían estado involucrados en arreglo de partidos y corrupción.
La investigación reveló que más de 120 partidos fueron amañados, lo que dio lugar a que se investigara a 128 personas y 41 equipos. Entre los descalificados se encontraba el futbolista surcoreano Song Joon-ho, quien luego dijo que las autoridades chinas lo obligaron a confesar bajo amenaza de dañar a su familia.
Sin embargo, sigue habiendo escépticos entre los aficionados que creen que China está sacrificando equipos pequeños para distraer la atención de los fracasos del equipo nacional en los torneos internacionales.