El proyecto del casino de Norfolk ha dado un importante paso adelante. La Junta de Revisión Arquitectónica (ARB) de la ciudad dio el visto bueno a pesar de algunos problemas de diseño sin resolver.
Necesidad de realizar más mejoras en el diseño
El proyecto recibió la aprobación de la ARB con una votación de 6 a 1, avanzándolo a la etapa de revisión de la Comisión de Planificación de Norfolk. Sin embargo, los residentes locales y los expertos todavía debaten sobre las posibles consecuencias medioambientales. Les preocupa la preservación de las condiciones naturales, especialmente la protección de las aves, así como el aspecto visual del futuro casino en el paseo marítimo de la ciudad.
El proyecto es una asociación entre la tribu india Pamunkey y el operador de casinos Boyd Gaming, con sede en Las Vegas. Boyd Gaming compró una participación del 80% en la empresa al multimillonario de Tennessee John Yarbrough, quien anteriormente se asoció con la tribu Pamunkey para construir un casino en el condado de King William. El nuevo proyecto de casino en Norfolk ocupará un terreno de 9,35 acres junto a Harbor Park y reemplazará los planes anteriores para un casino tribal. La construcción de este casino fue posible gracias a una votación estatal en 2020 que permitió casinos comerciales en cinco ciudades de Virginia.
Requisitos para la revisión del diseño.
Los miembros de la ARB enfatizaron la importancia de completar todos los detalles del diseño antes de la aprobación final. Un miembro del consejo, Gregory Rutledge, calificó el proyecto como un hito futuro para la costa de Norfolk. Sin embargo, señaló que el diseño actual, a pesar de su atractivo, debe mejorarse. Faltan detalles sobre los materiales utilizados, así como sobre cómo el edificio interactuará con el medio ambiente y las personas.
Preocupaciones medioambientales y sugerencias de iluminación.
Durante las discusiones sobre el proyecto, los grupos ambientalistas expresaron su preocupación por los posibles impactos ambientales. Así, el Club Ornitológico del Cabo propuso cambios en la iluminación del edificio para que no molestara a las aves migratorias que pudieran estrellarse contra su fachada. El portavoz del club, Pat Scanlon, pidió a los desarrolladores que utilicen características arquitectónicas y de iluminación más respetuosas con las aves.
A pesar de todos los problemas, el proyecto ya está teniendo un impacto significativo en la ciudad. Norfolk vendió el terreno urbanizable por 10,5 millones de dólares. Está previsto construir un hotel con 200 habitaciones, así como un casino con 1.500 máquinas tragamonedas, 50 mesas de juego y una casa de apuestas. Al mismo tiempo, Boyd Gaming tiene la intención de abrir un casino temporal el próximo año mientras continúa la construcción del edificio principal.
El coste final del proyecto superará el requisito mínimo de la ciudad de 300 millones de dólares, aunque Boyd Gaming aún no ha revelado un presupuesto exacto. El casino competirá con Rivers Casino Portsmouth, que abrió a principios de 2023 cerca del sitio.