Un ex oficial de policía ha sido condenado por dirigir un plan de apuestas ilegales que defraudó a más de seis mil personas. El estafador de 68 años malversó durante años el dinero de sus inversores, utilizándolo para financiar su cómoda existencia.
Un intento de iniciar un negocio honesto fracasó
Mike Stanley fundó su empresa Layezy Racing en 2010 y afirma haber desarrollado una estrategia única de apuestas en carreras de caballos. Al principio, la empresa funcionó legalmente, atrayendo a inversores que esperaban obtener beneficios rápidos. Sin embargo, después de unos años, su “fórmula” dejó de dar los beneficios esperados.
En 2013, Stanley comenzó a cometer fraude: en lugar de detener sus actividades, comenzó a emitir informes de ingresos falsos. Aseguró a sus inversores que el negocio seguía siendo rentable y seguía atrayendo nuevos participantes. Cuando los inversores exigieron la devolución de su dinero, utilizó los fondos de otros inversores para satisfacer sus peticiones.
Mientras tanto, gran parte del dinero se destinó a mantener el lujoso estilo de vida de Stanley. Gastó grandes sumas de dinero en juegos de azar y una vez perdió más de un millón de libras en un año.
Los medios pronto se interesaron por la naturaleza cuestionable de su negocio. Tras una serie de informes de investigación, la policía de Kent inició lo que se convertiría en una de sus investigaciones más complejas.
Seis años tras las rejas
Poco después de que Stanley se declarara en quiebra en 2019, la policía comenzó a investigar los detalles de sus actividades. Los investigadores descubrieron que la mayoría de las víctimas eran conocidos suyos o amigos cercanos, lo que no hizo más que agravar la gravedad del crimen.
El análisis de los datos mostró que los fondos robados se utilizaron para comprar casas de lujo, automóviles y joyas. Las adquisiciones de Stanley incluyeron una villa de £400.000 en España, 23 caballos de carreras, así como £1,6 millones de libras en inversiones en criptomonedas y £622.000 en lingotes de plata.
Los daños totales fueron de 44 millones de libras esterlinas. En marzo, Stanley se declaró culpable y el tribunal lo condenó a seis años de prisión.
El sargento detective Alec Wood, de la policía de Kent, dijo que la investigación mostró cuántas personas habían resultado perjudicadas por las falsas promesas de Stanley. Agradeció a todos los que ayudaron en la investigación y expresó su esperanza de que este caso se convierta en una lección para otros.
"Espero que este caso envíe un mensaje claro a cualquiera que intente lograr éxito financiero de manera fraudulenta: les espera justicia", añadió Wood.