El proyecto de ley de regulación del juego presentado en Irlanda en 2022 ha generado un considerable debate en el Oireachtas. Los senadores expresaron tanto su apoyo como su preocupación por la iniciativa propuesta destinada a modernizar y regular la industria del juego en rápido crecimiento. El debate abarcó una amplia gama de temas, incluida la publicidad de los juegos de azar y la protección de grupos vulnerables como los menores.
Restricciones a la publicidad de juegos de azar
En las reuniones celebradas en el Dáil Éireann el miércoles y jueves, los senadores consideraron una serie de enmiendas al proyecto de ley. Una de ellas fue la Enmienda 53, que proporciona al regulador recursos adicionales para estudiar las tendencias y tecnologías del juego en línea. El debate principal se ha centrado en esta enmienda, destacando la necesidad de adaptarse a los cambios en un entorno digital y que cambia rápidamente.
Uno de los puntos más controvertidos del proyecto de ley fue la propuesta de prohibir la publicidad de juegos de azar de 5:30 a 21:00 horas. La medida tiene como objetivo proteger a los niños y a los ciudadanos vulnerables del contenido relacionado con los juegos de azar. El senador Tim Lombard de Fine Gael compartió su experiencia personal al escuchar un anuncio de juegos de apuestas apenas 30 segundos después de encender Spotify en el auto con sus hijos.
“Tenemos que asegurarnos de proteger a nuestra juventud. Las medidas actuales son claramente insuficientes”, afirmó Lombard.
A pesar de las crecientes preocupaciones, esta prohibición parcial de la publicidad de juegos de azar ha enfrentado una dura oposición. Los canales de carreras de caballos como Racing TV y Sky Sports Racing se han opuesto a la prohibición, señalando el vínculo inextricable entre las carreras de caballos y las apuestas. Sin embargo, el senador Shane Cassels rechazó este argumento y pidió a la industria que diversifique sus fuentes de ingresos y reduzca la adicción al juego.
Soluciones modernas para una industria en evolución
Cassels se ha convertido en uno de los defensores más acérrimos de una regulación más estricta. Criticó duramente el lobby de la industria del juego para debilitar el proyecto de ley. Dijo que la adicción al juego era un problema social creciente y condenó a los miembros de ambas Cámaras del Oireachtas que presionaron en nombre de la industria del juego.
“Es una pena que existan miembros así. Los animo a que asistan a reuniones sobre adicción al juego donde veo a personas perderlo todo: dinero, familias, negocios y hogares”, enfatizó Cassels.
Muchos senadores también coincidieron en que es necesario regular una industria que ha cambiado significativamente respecto de las apuestas tradicionales. La senadora Alice-Marie Higgins añadió que el nuevo regulador del juego debe estar atento a las nuevas tendencias, como las cajas de botín en los videojuegos, que tienen vínculos "intrínsecos" con el juego. Pidió una acción proactiva contra estas nuevas formas de juego dirigidas a un público joven.
"Si el regulador no monitorea y anticipa estas tendencias, nos encontraremos nuevamente en una situación en la que discutiremos nuevos fenómenos después de que hayan aparecido", dijo Higgins.
Si bien el ministro de Gobierno, James Brown, ha sido elogiado por su liderazgo en la redacción del proyecto de ley, el debate en curso sugiere que el camino hacia su aprobación puede no ser fácil. Los senadores de todo el partido político reconocen la necesidad de una regulación eficaz, pero los detalles específicos sobre la mejor manera de proteger a los consumidores y permitir que la industria crezca siguen siendo controvertidos.