El panorama de la publicidad de juegos de azar en España ha experimentado un cambio sísmico con la introducción del Real Decreto en noviembre de 2021. Este decreto introdujo cambios sustanciales en la regulación de la publicidad de juegos de azar, restringiendo su emisión a una ventana estrecha entre la 1 am y las 5 am. El objetivo principal de esta medida era proteger al público español de la exposición constante a anuncios que fomentan el juego.
Desafíos y controversias
Sin embargo, esta estricta prohibición enfrentó críticas significativas de los partidarios de la industria del juego, argumentando que más bien obstaculizaría que ayudaría. Jdigital, la asociación comercial de juegos de azar en línea, no solo criticó la prohibición por su posible impacto en el crecimiento del sector del juego en España, sino que también expresó preocupaciones sobre la legitimidad constitucional del proceso. La asociación cuestionó si el Ministerio de Consumo tenía la autoridad para realizar tales cambios sin modificar las leyes existentes sobre juegos de azar.
Batalla legal perdida
En respuesta, Jdigital presentó una apelación formal, buscando anular el decreto. Desafortunadamente para la asociación, el Tribunal Constitucional rechazó rápidamente su apelación después de una revisión exhaustiva. El tribunal señaló que el Ministerio había obtenido los enmiendas necesarias a la ley de juegos de azar antes de implementar las nuevas regulaciones publicitarias. Esta decisión representa un revés significativo para Jdigital y golpea a la industria del juego en España, disminuyendo potencialmente su atractivo para empresas internacionales.
Cambios políticos e incertidumbres futuras
En medio de estos desarrollos, Alberto Garzón, el Ministro de Consumo de España abiertamente contrario al juego, ha abandonado la política. Sin embargo, la celebración dentro de la industria del juego podría ser prematura, ya que su sucesor, Pablo Bustinduy, asume el cargo de Ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Aunque la postura de Bustinduy sobre el juego sigue siendo incierta, sus asociaciones pasadas con sentimientos anticapitalistas de extrema izquierda generan preocupaciones dentro de la industria.
Mientras la industria espera con ansias las declaraciones oficiales de Bustinduy sobre el juego, hay aprensión de que las esperanzas de tener un ministro pro-juego hayan sido frustradas.