La Disputa Continua de Antigua y Barbuda con Estados Unidos sobre el Juego

Fecha: 2024-01-02 Autor: Dima Zakharov Categorías: EVENTOS
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Hora de Poner Fin a la Rivalidad

Durante más de dos décadas, Antigua y Barbuda ha estado envuelta en una batalla legal con Estados Unidos con respecto a su regulación de los juegos de azar. La nación caribeña afirma que las leyes de juegos de azar de Estados Unidos son discriminatorias y han tenido un impacto negativo en su economía. En un esfuerzo por resolver el problema, Antigua y Barbuda ganó un caso ante la Organización Mundial del Comercio, asegurando el derecho a recibir una compensación anual de 21 millones de dólares.

Sin embargo, a pesar de esta decisión favorable, los fondos no se han materializado, y Antigua y Barbuda está instando ahora al gobierno de Estados Unidos a intervenir. El país sigue abierto a una resolución amigable, pero requiere que Estados Unidos participe en discusiones para encontrar un acuerdo.

Disputa de larga data sin Solución a la Vista

La disputa se remonta a 2003 cuando Antigua y Barbuda estableció un régimen de licencias de Internet para empresas de juegos de azar con el fin de compensar la disminución de los ingresos turísticos. Esta medida finalmente llevó a que el país fuera excluido del mercado estadounidense debido a las leyes sobre juegos de azar transfronterizos y la transferencia de datos.

Aunque Estados Unidos ha expresado su voluntad de cooperar, insiste en que los esfuerzos deben formar parte de un intento genuino de llegar a una solución. Desafortunadamente, el problema ha perdurado sin una solución clara, y la economía de Antigua y Barbuda sigue sufriendo las consecuencias.

Un Llamado a un Alivio Económico

Antigua y Barbuda ahora esperan asegurar los pagos anuales de 21 millones de dólares a los que tiene derecho, con la posibilidad de que la Organización Mundial del Comercio actúe como mediadora. Sin embargo, participar en una guerra comercial con Estados Unidos a través de sanciones comerciales no beneficiaría a la nación caribeña.

En su lugar, Antigua y Barbuda insta a su vecino más grande a aceptar el acuerdo, enfatizando las dificultades económicas que enfrenta debido al acceso limitado a los mercados estadounidenses. La disparidad entre lo que Estados Unidos puede ofrecer y lo que la nación caribeña considera que merece sigue siendo un obstáculo importante para resolver esta disputa en curso.
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